Juan Daniel Hernandez Velez

 Esposo, padre, hermano, amigo un hombre bondadoso, siempre dispuesto ayudar a su projimo. Siempre expreso lo orgulloso que estaba de sus hijos e hijas, siempre demonstro el gran amor que tenia por ellos. Nuestro Padre nos recordaba lo importante que es el honrar a nuestras madres, que siempre reconocieramos el sacrificio que hacen por nosotros; a menudo nos recordaba lo importante de la unidad entre hermanos y de la responsabilidad que teniamos el uno con el otro. Cada consejo iba acompanado con versiculos de la Biblia.Nuestro Padre hizo mucho por sus hijos y esposa, nunca le gusto tomar credito por sus grandes contribucciones en favor a sus seres queridos; papa siempre reconocio a Dios como al principal contribuyente. Papa siempre agradecio a Dios por todo, y acepto la voluntad de Dios sin importar las circunstancias. Sus atributos Cristianos fueron forjados por sus padres, quienes firme y fielmente le instruyeron la palabra de Dios por medio de La Iglesia de Dios Israelita; de la cual fue diacono y como tal dedico su fe, tiempo y servicio a los miembros de la misma. Sus ensenanzas y gran fe en Dios fueron instruidas a sus hijos, hijas y nietos.  Su pasion por los numeros lo llevo a estudiar electronica en el Tecnologico de Minatitila, Veracruz. Desempeno sus talentos en NCR, AT&T y finalmente PEMEX en Coatzacoalcos. En cada empresa desarrollo amistades, cada una de las cuales expresaron la calidad de ser humano que fue y gran profesional en su trabajo.  El 11 de Junio, 2020. Nuestro querido padre cumplio la asignacion que Nuestro Padre Celestial le dio, para volver a reunirse con su Redentor y sus queridos Padres, Susana Velez y Feliciano Hernandez. Le sobrevive su esposa Lourdes Ortega, sus hijos;  Ada Sarai, Nathanael, Juan Daniel, Daniel Emanuel, Candy Berenice, nueras; Lizeth y Misty. Nueros; Lauro y Miguel. Sus nietos Citlalli, Naia, Adrian, Cristian, Aidan, Daniel, Malinali, Gael and Gabby. Sus hermanos; Fidel, Pedro y Edith, incluyendo cunados, cunadas, sobrinos y sobrinas. A pesar del dolor, podemos escuchar su tierna voz decirnos, “Paz a vosotros……Jehová te bendiga, y te guarde; Jehova haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehova alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”